Que Hacer Con Un Motor De Licuadora
– Una Licuadora es un instrumento de cocina que consta de un motor eléctrico que hace girar unas cuchillas con el fin de moler o triturar alimentos. Posee un control de velocidades que permite controlar el grado de trituración deseado. Aunque el número de velocidades varía de un modelo a otro.

¿Qué es el motor de la licuadora?

Se trata de la parte de la licuadora que entra en contacto directo con el motor, haciendo funcionar a este electrodoméstico. Se trata de la parte donde el usuario logra controlar las velocidades en que debe trabajar el motor para así triturar los alimentos.

¿Qué es una licuadora?

Son aspas o navajadas de acero inoxidables, afiladas y anchas que se muestran como cuchillas dispuestas en hélice, que al girar mueve el contenido del vaso como si fuese un torbellino, moliendo así cada ingrediente que le integra. Una licuadora puede tener entre 3 y 5 cuchillas. Se trata de un condensador que logra disminuir las interferencias.

¿Cómo elegir una licuadora de 500 watts?

Sí, las abuelitas tienen razón, los electrodomésticos de hoy no son como los de antes, esos que duraban años de años. Muy por el contrario, podríamos decir que ahora son más bien desechables. Creo que muchos deben estar de acuerdo con esa afirmación. En los últimos cuatro años he tenido que comprar 3 licuadoras para mi casa -además de planchas y otros artefactos-, porque siempre me parecía absurdo gastar más plata por algo que sabía que se me echaría a perder pronto.

  • Primero compré esas con jarro de plástico.
  • Basta con poner un par de veces varios hielos adentro para que comiencen a aparecer las primeras trizaduras.
  • Por eso, la segunda fue de vidrio, al parecer no tan bueno, y por un destemple de temperatura también se trizó.
  • Así que con la tercera compré una de un vidrio mejor, más grueso, de una marca relativamente buena, pero no tan cara (mi pensamiento seguía regido por el para qué gastar más si duran tan poco).
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A diferencia de las otras, esta última que es marca Thomas, ha sobrevivido los embistes del paso del tiempo y ya cumplió un par de años. No obstante, esta pandemia me demostró que nuevamente había realizado una mala compra en cuanto de licuadoras se trata.

  1. Creo que nunca había hecho o comprado tanto pisco sour como el pasado 2020.
  2. Antes, solía tomarme uno de vez en cuando en un restaurante, pero ahora, con lo complejo que es salir a comer, con la necesidad de autocuidarse y con la proliferación de marcas artesanales de pisco sour deliciosas, esta mezcla de pisco, limón, goma y hielo, se ha hecho presente como nunca en mi vida.

Lo que ocurrió con mi licuadora, es que la mayoría de los sours artesanales hay que meterlos a la juguera con varios cubos de hielo para que estén listos, y con la mía, esa consistencia de pisco sour un poco frozen que me gusta tanto, nunca la pude conseguir.

  • Es decir, este aparato que me había comprado tenía la capacidad nula de triturar el hielo.
  • Y así, me puse a investigar sobre licuadoras preguntando a algunos chefs que conocía, a otros amantes de la cocina, analizando las opiniones de amigas y amigos y también leyendo en internet.
  • La conclusión que saqué es que si quiero una licuadora para la casa que sea buena, hay que invertir un poco (la nueva que me compré me salió más barata que las otras tres juntas).

Y si de marcas se trata, los más conformes con su compra, son aquellos que tienen una Oster. Para no equivocarme nuevamente, realicé una lista de las características que debía tener mi próxima licuadora (basándome en mi investigación) y que les comparto a continuación: Los recipientes o vasos suelen ser de los siguientes materiales:

    Plástico: Suelen ser las más baratas, las más livianas, pero también las más débiles. Como les conté, no sirven para picar hielo y en general los jarros de plástico no duran mucho y terminan siempre quebrados. Además, como todo plástico, se va impregnando de los alimentos que uno muele, dejando un color menos transparente que se ve un tanto sucio. Vidrio: El vidrio es mucho más duradero y no se decolora ni absorbe los olores de hierbas o vegetales como el plástico.

    ¿Cuál es la potencia de una licuadora de cocina?

    Sí, las abuelitas tienen razón, los electrodomésticos de hoy no son como los de antes, esos que duraban años de años. Muy por el contrario, podríamos decir que ahora son más bien desechables. Creo que muchos deben estar de acuerdo con esa afirmación. En los últimos cuatro años he tenido que comprar 3 licuadoras para mi casa -además de planchas y otros artefactos-, porque siempre me parecía absurdo gastar más plata por algo que sabía que se me echaría a perder pronto.

    Primero compré esas con jarro de plástico. Basta con poner un par de veces varios hielos adentro para que comiencen a aparecer las primeras trizaduras. Por eso, la segunda fue de vidrio, al parecer no tan bueno, y por un destemple de temperatura también se trizó. Así que con la tercera compré una de un vidrio mejor, más grueso, de una marca relativamente buena, pero no tan cara (mi pensamiento seguía regido por el para qué gastar más si duran tan poco).

    A diferencia de las otras, esta última que es marca Thomas, ha sobrevivido los embistes del paso del tiempo y ya cumplió un par de años. No obstante, esta pandemia me demostró que nuevamente había realizado una mala compra en cuanto de licuadoras se trata.

    1. Creo que nunca había hecho o comprado tanto pisco sour como el pasado 2020.
    2. Antes, solía tomarme uno de vez en cuando en un restaurante, pero ahora, con lo complejo que es salir a comer, con la necesidad de autocuidarse y con la proliferación de marcas artesanales de pisco sour deliciosas, esta mezcla de pisco, limón, goma y hielo, se ha hecho presente como nunca en mi vida.

    Lo que ocurrió con mi licuadora, es que la mayoría de los sours artesanales hay que meterlos a la juguera con varios cubos de hielo para que estén listos, y con la mía, esa consistencia de pisco sour un poco frozen que me gusta tanto, nunca la pude conseguir.

    Es decir, este aparato que me había comprado tenía la capacidad nula de triturar el hielo. Y así, me puse a investigar sobre licuadoras preguntando a algunos chefs que conocía, a otros amantes de la cocina, analizando las opiniones de amigas y amigos y también leyendo en internet. La conclusión que saqué es que si quiero una licuadora para la casa que sea buena, hay que invertir un poco (la nueva que me compré me salió más barata que las otras tres juntas).

    Y si de marcas se trata, los más conformes con su compra, son aquellos que tienen una Oster. Para no equivocarme nuevamente, realicé una lista de las características que debía tener mi próxima licuadora (basándome en mi investigación) y que les comparto a continuación: Los recipientes o vasos suelen ser de los siguientes materiales:

      Plástico: Suelen ser las más baratas, las más livianas, pero también las más débiles. Como les conté, no sirven para picar hielo y en general los jarros de plástico no duran mucho y terminan siempre quebrados. Además, como todo plástico, se va impregnando de los alimentos que uno muele, dejando un color menos transparente que se ve un tanto sucio. Vidrio: El vidrio es mucho más duradero y no se decolora ni absorbe los olores de hierbas o vegetales como el plástico.